Translate

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Nos pasamos la vida arreglando lo que rompemos

El otro día vi en algún noticiero la postura de Islandia en la cumbre de Copenhague: están muy contentos con el cambio climático, eso les permitirá cultivar las tierras cuando se deshiele la isla, extraer el petróleo que tienen en su suelo y que ahora es técnicamente imposible, riqueza y buen clima. Se estima que Islandia posé recursos petrolíferos solo por detrás de Arabia Saudita, sería la segunda productora de petróleo. Y eso se ve como positivo, es riqueza material, es el progreso.

Con el deshielo del polo norte nuevas rutas marítimas se abrirán a las compañías navieras, se acortará el tránsito de mercancias y personas entre Europa, Asía y Canada o Estados Unidos, y eso es progreso.


Pero en nombre del progreso se está desforestando las selvas tropicales, las consecuencias que eso puede tener son dificiles de cálcular. Por ejemplo, en Madagascar se ha desforestado dos tercios de la superficie de selva que existía antes de la llegada del hombre. Los árboles sujetaban la tierra y al haber desaparecido en amplias zonas, las lluvias se llevan la capa fértil al mar y la isla se desertifica. Esto en nombre del progreso, el cual, al final, acabará con los recursos naturales de la isla y el hombre ya no podrá vivir en ella, todo lo contrario a lo que se desea y a lo que significa realmente progreso: mejora en la calidad de vida de los habitantes.

Se pueden buscar mil ejemplos del daño que ocasionamos a la naturaleza y que termina repercutiéndonos a nosotros, como la desaparición de los manglares en muchas zonas costeras. Los manglares están formados por árboles que toleran la sal, son bosques de mangles que se sitúan en desembocaduras de agua dulce al mar. Aparte de la riqueza biológica en especies que alberga, los manglares son importantes por que protegen las costas de la erosión del agua y de los huracanes. Fijan el CO2 como el resto de los bosques, con lo que aminoran el efecto invernadero y son capaces de fijar ciertos agentes contaminantes como los metales pesados. La desaparición de los manglares en nombre del progreso llevará a que los habitantes de esas zona se vean indefensos ante huracanes, a la desaparición de los recursos biológicos que alberga y a la salinización de la tierra y la erosión del mar y el viento.

El sistema vital terrestre es tremendamente complicado y su desequilibrio tiene consecuencias difícilmente evaluables. Podemos considerar algunas viendo experiencias pasadas, pero siempre habrá un elevado grado de incertidumbre de lo que puede pasar, y generalmente siempre el daño es superior a nuestra estimación.

El debate de si existe cambio climático o no, inclusive de si es bueno o no, está viciado por el interés económico. La mayoria de los que afirman que no existe o que es bueno, como en el caso de Islandia en la cumbre de Copenhague, abanderan la bandera del progreso cuando en realidad van detras de una meta económica que a corto plazo les favorece.

La postura de Islandia no solo es egoísta, si no que inclusive a ella misma le pasará factura. ¿A donde irán los millones de personas que se tengan que desplazar por la falta de alimento, por la perdida de tierras por la subida del nivel del mar? Mucha gente se desplazará en movimientos migratorios. ¿Cuantoa gente cabe en Islandia? El científico James Lovelock dijo que en 50 años probablemente los únicos humanos que quedasen vivirían en el polo sur.

Y es que nos pasamos la vida arreglando las cosas que nosotros mismos rompemos, pero a veces los daños son ireversibles.

Esta entrada en realidad no iba a tratar del cambio climático, mas bien de los daños que nos hacemos a nosotros mismos y que después tenemos que arreglar. De como nos complicamos la vida haciéndonos daño que después debemos reparar cuano lo comodo es tener una nueva actitud más respetuosa con  nosotros, de autorespeto, de observar lo que nos hace daño y lo que nos hacemos a nosotros mismos. en fín, otro día será.

No hay comentarios:

Publicar un comentario