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miércoles, 14 de noviembre de 2012

El ejercicio de ser uno mismo

Es difícil ser de esos afortunados que hacen lo que les place y en todo momento se sienten plenos en el ejercicio de su identidad. Este pensamiento es una explicación en respuesta a un comentario, que agradezco: sí, he estado un tiempo sin escribir en este blog, y es por que en el fondo es un ejercicio de identidad amparado en que nadie que lo lea sabe quién soy (salvo mis conocidos que saben de él). Este blog es un ente vivo por dos cosas: por los comentarios que de vez en cuando ponéis en él, todos ellos interesantes, que muestran en algunas ocasiones una opinión distinta a lo que yo escribo, y, por que no puedo escribir sin más, solo cuando lo deseo o me asalta un pensamiento interesante. Escribir es un ejercicio en el que no pudo hacerlo por hacerlo, forzar la máquina intentando escribir algo interesante cuando uno , en realidad, está vacío. Por el contrario, a veces, soy el contenedor del pensamiento que expreso y leéis en estas líneas. Es mío y, a la vez, es una suerte de injerto ajeno que crece hasta que sale en un parto de palabras.

Si pretendiese ser un escritor, sería un escritor fracasado. Pero todos tenemos cosas que contar, solo hace falta encontrar el momento en el que las palabras fluyan, apoderándose de esas redes neuronales en continuas descargas eléctricas.

El otro día me maravillaba pensando como puede ser que surja la vida de la materia inerte en un proceso difícil de definir por los científicos. Lo fantástico que resulta la existencia de seres que toman conciencia de lo que les rodea y de ellos mismos. Nadie piense que en este pensamiento quiero inducir a creer en dios, no al menos en el dios de los cristianos. Que cada cual se construya el suyo, por que, en cuanto a ciencia, la existencia de dios no es necesaria. Si existe uno, tuvo mucho cuidado de excluirse completamente de su creación y, solo el mero pensamiento de la existencia frente al vacío y a la inexistencia me genera pensamientos religiosos y a creer en la existencia de un dios que tuvo la inteligencia infinita de crear un mundo que le sobrepasa y le excluye.

Se ha descubierto un mundo a 42 millones de años luz similar a la tierra orbitando alrededor de una estrella. La vida se desarrolla en la tierra y con completa seguridad en el universo entero. El hecho de no contactar con una cultura alienígena se debe a las inmensas dimensiones del universo y dudo mucho que en algún momento de la historia humana lleguemos a contactar con seres de otras galaxias. Pero pensar que la vida solo existe en la tierra es una temeridad.

Ves, este blog está vivo, se escribe casi solo, se expresa a través mío. Y las palabras fluyen en divagación, solo en apariencia de forma incoherente. A veces, releo las entradas y corrijo algunas expresiones y faltas, entonces pongo de mi parte la labor del corrector y actúo como un redactor.

Un día me planteé la posibilidad de que la conciencia no está soportada únicamente por corrientes en una red de neuronas, quizás la corriente del aire y el batir de todas las alas de las aves, el aleteo de los peces y el juego de los cazadores y cazados. En una revista que tenía aparcada leo como se usa la genética, o más concretamente las cadenas de ADN, para construir dispositivos con capacidad de computar y encontrar la solución a un problema sencillo. El salto entre corrientes circulando por neuronas y la conciencia es algo que me abruma.

Este texto está escrito tal cual, sin corregir de momento. Quizás sea también una corriente eléctrica, quizás forme parte, infinitesimal parte, de una conciencia universal.

Para concluir, este texto está escrito sin corregir y, aunque en apariencia pueda ser incoherente, es el impulso del pensamiento que va surgiendo el que lo va generando. Si yo tratase de escribir algo, sobre un tema concreto, me sería por completo imposible. El pensamiento que se va generando a medida que se escribe esta entrada es el resultado de ideas que vagan durante un tiempo y que toman forma para vosotros en el momento en el que me leéis  No invento nada, o al menos prácticamente nada, en el momento que os escribo. Me dedico a reproducir lo que en algún momento me ha venido a la cabeza.

Hoy ha sido día de huelga, y el que suscribe la ha seguido.

Esta entrada está dedicada al anónimo que dejó un comentario en la anterior.


2 comentarios:

  1. Estimado Ángel,

    No pretendía entrometerme en tu ritmo,, solamente echaba en falta más reflexiones tuyas, pensamientos auténticos llevados al rincón que compartes con los demás. Esos que plasmas sin pasar a limpio. Me gusta.

    Veo que el blog está vivo. Me gusta.

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  2. No te entrometes, participas. Me has empujado a escribir una reflexión. Si estuviesemos solos en el mundo seríamos una cosa distinta de la que somos. Somos más que lo que somos, somos un conjunto de relaciones. Nos empujan y empujamos, y de esa colaboración siempre surgen cosas que no se nos habrían ocurrido o que no habríamos hecho. Sin los demás seríamos menos, a veces viene bien que desde fuera te empujen del camino que llevas para intentar otro nuevo.

    Más bien soy yo el que agradece vuestros comentarios

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